¿HISTORIA O LEYENDA DE AMOR?

Venía en la expedición de Quesada un caballero intrépido y galán, el capitán LÁZARO FONTE, quien a pesar de su rudeza gano el cariño de los bacataes y el de la india Zoratama, nativa de Guatavita.
Hízose amiga del capitán; de quien aprendió las primeras palabras de español, contándole en las suyas historias de sus pueblos.
Más la envidia, el chisme y la intriga, cizaña que florece en el fecundo corazón humano, sembró enemistad y recelos contra el capitán, Jiménez de Quesada licenciado y guerrero, preocupado por estas calumnias convoco a un consejo de guerra para su compañero. La sentencia fue muerte, pero gracias a su apoderado y al cariño de los otros capitanes , le fue conmutada por la de destierro, caso insólito en un mundo donde todos eran desterrados .
Una mañana de enero de 1539, el condenado, escoltado porveinticuatro caballeros, sin armas fue llevado a la tribu de los Pascas para dejarlo allí abandonado. Las leyes de la conquista se cumplían estrictamente.
Era una tarde, y sin más tiempo, lo dejar en una choza donde llego la princesa Zoratama viviendo com huéspedes de los pascas, hasta que un día llego la noticia de que por el oriente venía gente extraña, lo cual de inmediato Fonte comunicó a Quesada en un mensaje escrito con bija en cuero de venado, por lo cual le otorgo el perdón yle devolvio sus armas.
Fonte y Zoratama tubierón un hijo, pero pronto su espíritu andariego lo llevó a enrolarse en la expedición de Hernán Pérez de Quesada rumbo al Putumayo y Amazonas en busca del Dorado, en cuyas selvas, agobiado por la fiebre y el hambre, murió como héroe romántico de la conquista de America.
Zoratama fue expulsada de la heredad y quedó deambulando por los pueblos de Choachí y Cáqueza. Al fin, vencida por la pena, volvió a su Guatavita, ascendió a la laguna sagrada, contempló las aguas y se arrojó a ellas llevando consigo al niño.

Pasca, es una población colombiana del departamento de Cundinamarca famosa por su museo arqueológico y por la balsa muisca de oro encontrada en sus tierras (Hoy en día exhibida en el Museo de Oro de Bogotá).
Los muiscas celebraban en sus lagunas una ceremonia a la que se ha dado el nombre de El Dorado. En ella el heredero del cacicazgo, cubierto de oro en polvo, tomaba posesión de su mandato con una gran ofrenda a los dioses. En esta representación aparece en el centro de una balsa rodeado por los caciques principales y su séquito, todos adornados de oro y plumería.
